¡Holitaa compañer@s! Hoy vamos a hablaros de un tema especialmente importante que debemos trabajar sí o sí con nuestros pequeños, el Medioambiente. En la infancia el medio ambiente juega un papel
fundamental dentro del proceso educativo.
La interacción niño-medio comienza en los primeros momentos de la
vida, y es en este intercambio donde van desarrollándose las potencialidades
humanas.
El niño recibe del medio
impresiones, sensaciones y percepciones, agradables o desagradables, que a la
vez que las va procesando, le impulsan a desarrollar una exploración activa del
mismo como respuesta a estos estímulos, constituyendo así, poco a poco, su
experiencia personal.
Al trabajar la educación
ambiental con la música, favorecemos la curiosidad y el interés natural de
nuestro alumnado hacia la naturaleza, los iniciamos en la observación del medio
que los rodea, en la construcción de sus conocimientos a partir de la
experimentación...
En nuestra comunidad autónoma
existe la Red Andaluza de Ecoescuelas, que depende del programa de Educación
Ambiental "Aldea” (resultado de la colaboración entre la Consejería de
Educación y Ciencia y la de Medio Ambiente).
Algunos de los objetivos que este
programa pretende son: impulsar el desarrollo de la educación en valores para
una sociedad democrática en los centros escolares, hacer del centro educativo
un proyecto susceptible de cambios y mejoras, desarrollar en el alumnado
capacidades para conocer, interpretar e intervenir en el entorno, favorecer el
intercambio de experiencias y el establecimiento de vínculos entre centros,
profesorado y alumnado...
Con la música podemos potenciar
los valores cívicos que promueve este programa como una dimensión del
currículum. Ésta enfatiza la experimentación,
de forma natural y sencilla, la creatividad, el juego, ayuda a realizar
aprendizajes contextualizados y significativos a través de experiencias
motivantes que, por sí mismas, interesan a los niños y niñas.
Los maestros de infantil solemos
comenzar cada jornada con actividades
comunes: rutinas – saludo, fijación del calendario, repaso de las normas de
comportamiento, planificación de la jornada; reparto de responsabilidades...
Existen muchos cuentos instrumentales donde se refleja la educación ambiental,
y que a su vez motivan el trabajo durante toda la jornada.
El cuento del pequeño tulipán
rosa les encanta a los niños. Éste tulipán vivía bajo tierra en su casa. Un día se acercó a
visitarlo la lluvia, pero no le dejó entrar. Otro día fueron el sol, el
viento... pero sólo los dejó pasar cuando vinieron los tres juntos. Abrió la
puerta muy despacito, y los tres lo llevaron hasta la superficie del
jardín.
Cada personaje que va apareciendo
en el cuento se asocia a un instrumento musical. Cuando el tulipán asoma la
cabeza y se encuentra en medio del jardín, sus amigas las flores le hacen
compañía, los pájaros lo saludan con sus
alegres cantos y los niños palmotean con
alegría cantando una canción. El pequeño tulipán rosa se siente muy feliz.
Con la canción del tulipán los
infantes realizan movimientos libres a partir del ritmo, exploran las
propiedades sonoras de su cuerpo y de los instrumentos, interpretan ritmos
sencillos, discriminan el sonido en contraste con el ruido...
La música favorece la creación de
un clima afectivo dentro del aula cuando construimos todos juntos nuestros
propios instrumentos musicales para sonorizar los cuentos, cantamos
canciones...
La educación ambiental también la
trabajamos con la música cuando:
Comparamos distintos sonidos de
la naturaleza.
Imitamos el sonido del viento
(soplar), las gotas de lluvia al caer (chasquear la lengua contra la parte interna de los
dientes superiores).
Inventamos diálogos cantados:
entre varias flores de un jardín, entre una flor y un jardinero, entre un niño
y un árbol, etc.
Imaginamos que somos árboles que
movemos nuestras ramas al compás de una bonita melodía.
Con las rodillas flexionadas y
los pies juntos, nos cogemos de las manos y nos dejamos caer hacia delante,
simulando flores cerradas; luego nos echamos hacia atrás, estirando los brazos
como flores que se abren.
Representamos con gestos diversas
tareas relacionadas con el cultivo y recolección de frutas y verduras (arar la
tierra, sembrarla, plantar, regar, segar, recoger frutas)...
La música de “La Primavera”
(Vivaldi), como ya hemos comentado en otras de nuestras entradas, nos encanta.
Toda la orquesta anuncia gozosa la llegada de la primavera: los pájaros la
saludan con sus cantos, el agua de las fuentes suena como un susurro... Truenos
y relámpagos anuncian una tormenta, pero cuando esta pasa todo vuelve a la
calma y los pájaros inician de nuevo sus cánticos y trinos. Con la alegría de
la primavera, los pastores danzan en el campo al son de la gaita. Los niños
pueden identificar el tema que se repite, buscar las pulsaciones del tema y
marcarlas con palmadas, inventar una letra para este tema...
Al trabajar la educación ambiental a través de
la música llevamos al niño a un desarrollo completo de sus capacidades. Ésta
facilita la integración de todos, respeta los diferentes ritmos madurativos,
atiende a la diversidad... El niño se convierte así en protagonista de la
educación y alcanza las metas educativas propuestas de una manera constructiva
y feliz.
Además de las actividades anteriores, a continuación os mostramos
algunas canciones que podéis utilizar en el aula de infantil para trabajar el
medioambiente de una forma muy dinámica:
- Quiero vivir mejor
- El planeta hay que salvar
- La hora del planeta
Esperamos que os hayan gustado todos estos recursos y os sirvan de gran ayuda para concienciar a vuestros pequeños de la importancia del Medioambiente y de cómo podemos cuidarlo. ¡Hasta pronto!
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